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Un vacío impertinente, la novela

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Ha sido un parto lento, sí, muuuuy lento, pero ya lo decía mi abuela: todo llega, lo que no hay es que morirse antes. Así que aquí está, alegre y sonriente, mi primera novela.  Un vacío impertinente  ha visto por fin la luz y participa en el Premio Literario Storyteller 2022 de Amazon.  Lo más importante: ¡ya se puede leer!  En papel y en ebook . Por supuesto, os la recomiendo muchísimo. Es fácil de leer (pero no simplona), es divertida (a la par que profunda e inteligente), y sobre todo, es que no hay ningún personaje normal, son todos únicos y singulares como tú y como yo, y además viven aquí, en este mundo loco que nos ha tocado vivir y que lo mismo nos maravilla que nos desconcierta.  SINOPSIS:  "La muerte de Lucía, la novia de Pablo, marca el inicio de la diáspora de su grupo de amigos. A partir de ese momento, la pérdida irá entrando en sus pequeñas vidas dispuesta a dinamitarlas. Damián intentará sacar a Pablo de su estado catatónico, Luna se refugiará en la máquina tragape

Me llamo Mars, Elena Mars

Mi nuevo blog es: https://soyelenamars.blogspot.com

Sin contemplaciones

En realidad las cosas pasan o no pasan. Y cuando pasan, lo hacen a traición. A una velocidad vertiginosa y sin contemplaciones. De modo que te adaptas o no te adaptas. No existen terceras vías. Darle vueltas al asunto, cuestionarlo, enfadarse incluso, no son más que variantes de una clara inadaptación. Por poner un ejemplo, aunque lleves toda la vida bajándote en la misma parada de metro, en cuanto la vida te cierre esa puerta, y te expulse violentamente dos paradas más allá, tu vida nunca volverá a ser la misma. Tu realidad cotidiana será otra, y ésa será desde entonces tu nueva vida, porque ese será ahora tu presente. Por supuesto que puedes regresar tantas veces como quieras a tu anterior parada, pero eso no cambiará las cosas. A partir de ahora no es más que un escenario de cartón piedra, puedes visitarlo, mirarlo con nostalgia, rememorarlo y hablar de él a todas horas, pero eso es todo. Nada más. Mientras tanto tu vida seguirá avanzando ciegamente hacia hacia otra dirección. Te

Ahora sí

quiere decir básicamente que antes no.

Oportunidad

Cuaderno en blanco de tapa gruesa esta vez, despacito y buena letra.

Ah! El sentido

Hay algo conmovedor en su voluntad de negarse a seguir el camino por el que otros avanzan. En ese tozudo punto de quietud en el que se detiene, y con la cabeza un poco levantada, sostiene: “yo no voy”. Su empeño, aún siendo sincero, carece de coartada, pero no importa. Sabe que no quiere ir, que ése no es totalmente su lugar. Que las veces que ha ido se ha encontrado allí, ausente y extraño, preguntándose con cierta tristeza qué hacía allí.     No ha ido, se ha quedado en casa. Pero es como si los viera. Míralos, se dice, ahí están, escandalosos y confiados, convencidos y resueltos, completamente entregados a la euforia de haber encontrado un lugar en el mundo. Pero él no se lo cree. No se fía. Siempre hay algún peaje, recuerda. Tarde o temprano aparece algún molesto inconveniente que hay que tragarse para permanecer en ese mundo que ahora les parece idílico. Bah. Mira por la ventana. Siente frío y soledad. No puede evitar preguntarse con asombro ¿Para qué?  ¿Para q

Carne de post

El señor Turnavé tiene unos 50 años, no es ni gordo ni flaco, ni alto ni bajo, y es un poco calvo. Tiene la cara redonda, la tez más bien blanca, y unos ojos verdes un poco saltones. En conjunto, tiene una cara afable, agradable, muy a juego con su voz, una voz suave, nada grave o rotunda. Siempre va vestido de traje y corbata, impecable, bien afeitadito y oliendo a colonia sobria y cara.  El problema del señor Turnavé no es su imagen. De hecho, se podría decir que su presencia, su porte, es precisamente su mejor baza. El problema del señor Turnavé viene en cuanto pasa de la pose a la acción. Ahí es donde se pierde, se atolondra y se atropella. Es un hombre nervioso, inquieto y acelerado. Si no fuera porque sé que está enganchado a la fe católica, pensaría que está enganchado a otras drogas. A menudo lo veo andar de un lado a otro, atribulado, buscando a alguien o algo que no encuentra, que ya se ha ido o que aún no ha llegado. El señor Turnavé no es médico, ni piloto, ni policía, ni

Imaginad

"Ya es cosa sabida que si se escribe un mensaje con zumo de limón en una hoja de papel, no queda rastro de la escritura; pero si se expone el papel al fuego, las letras se vuelven de un color castaño y se puede leer lo escrito. Imaginad que el whisky es el fuego y que el mensaje está oculto en el alma de un hombre; entonces se comprenderá el valor del licor de Miss Amelia." La balada del café triste , Carson McCullers

Fallar cada día

"Si un ser perfecto del planeta Marte descendiera y se enterara de que los seres de la Tierra se cansaban y envejecían, sentiría pena y espanto. Sin enteder jamás lo que había de bueno en ser gente, en sentirse cansada, en fallar diariamente; sólo los iniciados comprenderían ese matiz de vicio y ese refinamiento de vida". La imitiación de la rosa, Clarice Lispector.

Tenemos miedo

"Acercaos al abismo, les dijo. Tenemos miedo, respondieron. Acercaos al abismo, les dijo. Se acercaron. Él los empujó.. y salieron volando." Apollinaire

¿A dónde van los besos que no das?

¿A qué huelen las nubes? ¿A qué sabe el aire? ¿Qué tacto tiene el cielo? Seguramente existe alguna respuesta científica para estas preguntas. De lo que ya no estoy tan segura es de que la ciencia pueda responder a esta otra: ¿A dónde van los besos que no das? ¿Dónde va a parar el cariño que no tuvo ocasión, fuerza o acierto para llegar a su destino? La respuesta bien podría ser: "a ningún sitio, lo que no se da, se pierde, se desvanece, desaparece". Pero no, no me convence. Un beso, una caricia o un abrazo no son bienes materiales, no se pueden guardar en un armario, ni en el banco. No se pueden coleccionar ó exhibir en un escaparate. Tampoco se pueden destruir, incinerar o enterrar. No son caducos. Y lo que no es caduco, ni se pierde, ni se desvanece, ni desaparece. Permanece.  No sabría decir exactamente en qué lugar del corazón, de la memoria o de nuestra alma se quedan dormidos y latentes, pero sí, definitivamente permanecen. Se me antoja que puede que luego no vuelvan

La ficción es carnívora

Hoy he recordado una entrevista que vi hace mucho tiempo en televisión. La entrevistada era la célebre escritora Marguerite Duras. Yo a Marguerite, la descubrí casi de casualidad una tarde de otoño que estaba aburrida por casa y me dio por ojear la biblioteca de mi tía a ver si encontraba algo que me entretuviera un rato. Y allí estaba "El amante", un librito de tapas gruesas y gastadas que me abrió las puertas a un nuevo mundo, al universo Duras. Un universo que en aquellos momentos me pareció rompedor, fresco, intenso y absolutamente liberador.  De todas las cosas interesantes que dijo Duras en aquella entrevista televisiva sólo logro recordar una. Marguerite confesó que para ella había una condición sine qua non para poder escribir, para poder perderse entre líneas, para crear su caótico universo. Para ella, lo único indispensable e imprescindible para poder abandonarse a la ficción, era ni más ni menos que orden. Es decir: un sitio seguro al que regresar. Tal vez sólo p

Octubre

Lo mejor de octubre son sus cielos. Ver romperse el día en tiras de colores y sentir cómo la luz se va retirando. Es un vértigo agradable. Octubre sería un buen mes para detener el tiempo. El verano y su fuego abrasador ya han quedado atrás. Ha pasado el tiempo suficiente como para que se hayan cerrado las heridas. Quedan las cicatrices, claro, obcecadas en recordar lo que no se debe olvidar alegremente, pero en octubre ya no duelen. Desde su distancia otoñal, sólo avisan. A lo lejos también, el gélido invierno, que llegará, porque siempre llega, pero desde aquí aún se le siente ajeno. Octubre es un mes coqueto, juguetón y alegre, pero sereno. Sin duda de los más inteligentes. Ha sabido situarse sabiamente entre los dos extremos.

Preguntas asalto

No todas las preguntas tienen respuesta. Pero hay algunas cuya respuesta está implícita ya en la misma pregunta. Y es una suerte, porque así no te traspasan sus dudas, ni sus indecisiones, ni sus tormentos existenciales. Las que a mí me gustan son las preguntas que no siendo retóricas, vienen a ser elegantes afirmaciones. Por ejemplo: en un día soleado, al pasear descalza por la playa de pronto te preguntas: "¿Cuánto hace que no me como un helado de fresa?". Y qué más da, qué más da si hace un mes, un año o toda la vida. Lo que la pregunta está intentando decirte es que en esos momentos te mueres por un helado de fresa. Otra: "¿Cuándo fue la última vez que bailé hasta el amanecer?". Y una más: "¿Dónde estarán aquellos patines con los que recorría la ciudad los domingos por la mañana?". Lo que me fascina de estas "preguntas asalto" es que tienen una misión muy clara. Aparecen para rescatar un placer olvidado, una delicia descuidada, un instante de

How is your fish today?

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Sentada en la oscuridad en una de las butacas de la sala de cine del CCCB donde estos días de Kosmopolis el Canal Alpha cobra vida me dejé atrapar por la película china How is your fish today , dirigida por la joven directora Xiaolu Guo. El film muestra la vida de un guionista chino, y va saltando entre su vida real y la de uno de los personajes de la novela que está escribiendo. Interesante cómo el protagonista de la película sitúa a su personaje de ficción en dilemas que él mismo no tiene resueltos y cómo realidad y ficción se retroalimentan. Casi al final del film, cuando su personaje yace exhausto y moribundo en un remoto pueblo en la frontera entre China y Rusia, el guionista, que también ha llegado hasta allí, pasa a su lado y continúa de largo. Y entonces, mirando a un paisaje blanco, nevado, vacío y luminoso, es cuando dice: “Necesitaba venir a ver que no hay nada que ver. Ahora me siento en paz". How Is Your Fish Today? Xiaolu Guo , China y Reino Unido, 2006, 83’. Uno de

La ofuscación ajena

Sólo es peligrosa si encuentra tu complicidad.

Ilusión

Bien de consumo masivo en Occidente. Lo mismo se compra que se vende. Decepción Resultado del choque frontal entre una ilusión y la realidad que la desmiente. Frustración Sentimiento rabioso directamente proporcional al número de veces que se repite una misma decepción. Desesperación Grado máximo de frustración. Evasión Negación de la desesperación recurriendo a una nueva ilusión. Ilusión Bien… en Occidente… se vende.