Entradas

Mostrando entradas de 2013

Carne de post

El señor Turnavé tiene unos 50 años, no es ni gordo ni flaco, ni alto ni bajo, y es un poco calvo. Tiene la cara redonda, la tez más bien blanca, y unos ojos verdes un poco saltones. En conjunto, tiene una cara afable, agradable, muy a juego con su voz, una voz suave, nada grave o rotunda. Siempre va vestido de traje y corbata, impecable, bien afeitadito y oliendo a colonia sobria y cara.  El problema del señor Turnavé no es su imagen. De hecho, se podría decir que su presencia, su porte, es precisamente su mejor baza. El problema del señor Turnavé viene en cuanto pasa de la pose a la acción. Ahí es donde se pierde, se atolondra y se atropella. Es un hombre nervioso, inquieto y acelerado. Si no fuera porque sé que está enganchado a la fe católica, pensaría que está enganchado a otras drogas. A menudo lo veo andar de un lado a otro, atribulado, buscando a alguien o algo que no encuentra, que ya se ha ido o que aún no ha llegado. El señor Turnavé no es médico, ni piloto, ni policía, ni